Había una vez una viejita que se encontraba sin dinero. Un día escucho que por ir a donar sangre pagaban us$200 dólares. La viejita fue y le entregaron su cheque de us$200 dólares. Al momento de hacer la fila para cobrar el cheque se encuentra con otro donante y le pregunta ¿porque a usted le dieron us$500 dólares y a mi solo us$200. Y el tipo le responde ¡es que yo dono semen!. Al otro día vuelve la viejita al laboratorio y le preguntan ¿viene a donar sangre nuevamente? Y ella con sus mejillas llenas responde con la cabeza de izquierda a derecha. ¡no!.