Era una dama que en los últimos días tenía problemas económicos.
Por medio de un periódico se enteró de la venta de plasma (sangre);
Al enterarse que se pagaba buen dinero y en dólares acudió presurosa a dicha institución que mencionaba el periódico.
Al llegar a este hospital le pregunta la persona que atiende:
¿y usted vende la sangre o la dona?
y la muchacha le contesta presurosa.-pues mire ahora solo vendo la sangre pero si la situación sigue critica puede que venda hasta la dona.