Había una fila en el hospital para donar sangre y en ella se encontraban
hombres, mujeres, jóvenes y hasta ancianos dispuestos a donar sangre.
Y había otra fila donde decía un letrero: "Donadores de semen"
En esa fila por supuesto había solo hombres, pero de repente se forma en la fila una señorita.
Y cuando llega al mostrador le pregunta el que atendía: Señorita: ¿Ya se fijo lo que dice ese letrero de arriba?
MMM MMM- Decía la señorita moviendo la cabeza afirmativamente.
¿Pero ya se fijo que es para donar semen? Insistía el encargado del mostrador.
MMM MMM, volvía a decir la señorita moviendo la cabeza afirmativamente.
¿Viene Usted a donar semen?
MMM MMM- Volvió a decir la señorita señalando con el dedo hacia su boca cerrada.

El desesperado le pregunta a ella: ¿Por qué no me dijiste que tenias sida?
Y ella pícaramente le responde: Porque tu me pediste una noche de amor y no un certificado médico.

Un hombre se acerca diariamente a una mujer en la oficina, se para muy cerca de ella, respira profundamente y le dice que el olor de su cabello es alucinante. Luego de una semana de la misma rutina, ella ya no puede soportarlo más. La mujer entra en la
oficina de su jefe y le dice que quiere levantar una queja por acoso sexual contra este hombre y le explica la causa. El jefe sorprendido le pregunta: ¿Qué tiene de malo que un compañero de trabajo te diga que tu cabello huele estupendamente?"
La mujer contesta: ¡Es que es un enano!

Eran tan flaca, tan flaca, pero tan flaca que en vez de usar kotex, usaba curita.