Una vez en el cielo llegó Henry Ford (el inventor y fundador de Ford),
Cuando murio Henry, San Pedro lo estaba esperando,
y le preguntó ¿como se llamaba? y él contesto
Henry Ford y San Pedro le dice que lo estaban
esperando y que podia pedir un deseo.
El pidio hablar con Dios, San Pedro se lo concedio,
Entonces charlaron sobre sus inventos, Henry le dijo a Dios que
uno de sus inventos estaba defectuoso. Dios le pregunto cuál,
él respondio que era la mujer ¿la mujer? si la mujer, y Dios le
pregunta porqué? Ahi va, nos piden que las llevemos de
compras y eso a mi no me gusta, Dios le contesta ok yo tambien
te voy a decir porque tu invento de los coches no me gusta pues
también tienen defectos, contaminan, atropellan gente y
ocupan mucho espacio en el garage. Sabes que Dios vamos a
hacer una encuesta. Esta bien le contesta Dios.

Van los dos a la macro-computadora celestial y Dios dice
Henry, Henry, Henry creo que gane! Henry dice ¿porqué?
Porque más hombres se suben al invento mio que al tuyo.

Estaban dos hombres en el cielo y uno le pregunta al otro: ¿Y tú cómo moriste? ¡Congelado! ¿Y tú?
De la risa. ¿Cómo que de la risa? Si, es que yo pensaba que mi esposa me estaba engañando con otro hombre, entonces un día le dije que iba a salir por 2 días, pero cuando me fui regrese ese mismo día para ver si la atrapaba con el otro hombre. Cuando llegué busque por toda la casa y no encontré a ningún hombre. Dando me cuenta del error que había cometido empecé a reír y reír hasta que morí.
Y el otro le dice: ¡Si hubieras buscado en la nevera nos hubiéramos salvado los dos!.

Esta era una vez cuando el Papa se muere y llega a las puertas del cielo, de pronto toca y sale San Pedro y dice: ¿Quién es?. El Papa dice: Su Santidad, entonces San Pedro entra y empieza a decir a todos: Oye tu guarda esa botella y ustedes apaguen ese cigarro, tu súbete el pantalón. De pronto sale otra vez a la puerta y dice: ¿Quién dijo que era?. El Papa contesta: su santidad, y San Pedro dice: ¡Ahhh! Yo pensé que era Salubridad.

Un hombre se muere y sube al cielo, cuando va a entrar por las puertas, San Pedro lo detiene:
¿Cómo te llamas?
Juan Fernández, le contesta el hombre.
San Pedro saca un libro de registros y tras buscarle dice:
Aquí no apareces, vete abajo a ver si te esperan allí, que te has equivocado.
Juan se va triste a la entrada del infierno. Un demonio le pregunta de nuevo su nombre Juan se lo dice, y el demonio, después de consultar en el ordenador, le dice que tampoco aparece por allí su nombre.
¡Cómo puede ser! ¿Qué hago ahora? Dice Juan.
El demonio le recomienda que pase por el departamento de resurrecciones, a ver si allí tiene suerte. Juan va al lugar, y en efecto, su nombre está registrado, pero no les quedan cuerpos de hombre para su resurrección, sólo tienen cuerpos de lagartos, escorpiones, y gallinas. después de pensar un poco Juan dice:
Ser una gallina blanca, bonita y elegante no puede ser tan malo, dicho y hecho Juan aparece inmediatamente en medio de un gallinero industrial, rodeado de gallinas. una a su lado le dice:
¡Arranca y pon huevos o sino!.. en eso, aparece el granjero, coge a una gallina por el cuello y dice:
¿Sólo has puesto 2 huevos? ¡Toma!, Y le corta la cabeza. Juan, que lo ve se horroriza. La gallina del lado le dice: tienes que poner 5, date prisa.
El granjero se acerca a Juan, coge a otra gallina por el cuello y dice:
¿Sólo 3 huevos? y le corta el cuello. Juan apretando exclama:
¡Ya puse uno! ¡ Ya puse uno! y la del lado le dice:
sigue, corre que te matan, y Juan, histérico, apretando dice:
¡2, ya son dos!
En eso su mujer lo despierta gritando, ¡Juan, Juan, que estás cagando!