Un hombre estaba jugando golf, cuando de repente se sintió perdido. Vio delante de él a una mujer jugando y fue a su encuentro.
-Buen día ¿Podría ayudarme?, no sé en qué número de hoyo estoy.
-Usted está un hoyo detrás mío. Yo estoy en el 7, usted está en el 6.
El hombre le agradeció y continuó jugando.
Un par de horas más tarde, se sintió nuevamente perdido.
Vio a la misma mujer y fue hacia ella con algo de vergüenza.
-Perdón por molestarla otra vez. Me perdí nuevamente. ¿Podría decirme en qué hoyo estoy ahora?
-Usted está un hoyo detrás mío. Yo estoy en el 14, usted en el 13.
Nuevamente le agradeció el gesto y continuó jugando.
Cuando finalizó, vio a la mujer en el bar del club.
Fue hacia ella y le preguntó si podría invitarla a tomar un trago, en agradecimiento por haberlo ayudado.
Ella aceptó y comenzaron a charlar animadamente hasta que él le preguntó a que se dedicaba.
-Estoy en ventas.
-¿No bromee, en serio?, yo también ¿Qué vende? le preguntó el hombre.
Ella se sintió un tanto avergonzada de contarle, y después de que él le insistiera, se dispuso a decírselo si le prometía no reírse.
Él prometió no hacerlo.
-Vendo tampones Tampax.
Él inmediatamente soltó una gran carcajada y entonces ella enojada le dijo
-Me prometió que no se reiría
-¿Cómo no hacerlo? ...
Yo vendo papel higiénico

¡sigo estando un hoyo detrás del suyo !

¡El amor es una cosa esplendorosa hasta que te sorprende tu esposa!

¿Qué haría yo sin mi mujer y sin mi suegra?
¿Qué más?
¡Celebrar!

Un excombatiente cubano, se encuentra en un hospital de Miami, moribundo, ya casi al morir, apenas si hablaba entrecortado, le dice el médico, amigo si tiene un deseo dígalo ya que su estado es grave. El enfermo excombatiente del ejército cubano grita de dolor y dice, yo quiero antes de morir, ver y tocar la bandera de mi país, Cuba, yo quiero la bandera de Cuba, y moriré tranquilo.
Corrieron por todo el hospital y parte de la calle y no la encontraron, de repente una guapa enfermera dice al médico de guardia, doctor, yo tengo en una nalga una bandera de Cuba tatuada, en mi tiempo de joven yo era bailarina de un cabaret en la habana, y me tatuaron en la nalga una bandera de mi país, talvez el excombatiente moribundo quiera verla. Le llevaron a la guapa enfermera, le contaron lo del tatuaje y el aceptó, la guapa enfermera se levantó su bata, y mostrando su nalga, el cubano gritaba de emoción, al verla bandera, mi Cuba, mi país, mi bandera, mientras que ha su vez la tocaba, el médico ya tranquilo le dijo amigo ahora ya esta tranquilo, y dijo el excombatiente moribundo, bueno chico, para morir tranquilo, dile a la enfermera de se voltee, para darle un besito a Fidel Castro.