un día estaba san pedro en el cielo con muchas ganas de salir a pasear por el edén, y le dice al niño jesús que le cuide la puerta del cielo un minuto. el niño jesús acepta y se queda cuidando el cielo.
de pronto aparece un viejito y el niño le pregunta:
¿cuál es tu nombre?
y el viejito contesta:
no recuerdo eso, pero recuerdo que yo era carpintero y que tenía un hijo muy famoso en mi pueblo.
el niño jesús muy emocionado salta y le grita al viejito:
¡papá!
y el viejito respondió:
¡pinocho!

fidel castro muere y esta en las puertas del cielo, esperando para entrar
cuando san pedro lo ve, lo devuelve y lo manda para él infierno.
después de mucho discutir, fidel camina hacia el infierno donde él
diablo esta esperándolo con tres orquestas, música,
mujeres, champaña. luego de abrazarse y saludarse, fidel se da cuenta que
las maletas se le quedaron en las puertas del cielo.
ese maldito viejo hizo que se me olvidara el bulto de
la ropa, espérate diablo que voy a buscarla.
no hombre, yo mando dos ayudantes a buscártela, dijo
satanás y en seguida envió dos diablitos al encargo.
los dos diablos cuando llegaron al cielo vieron la
tremenda fila que había. ¿hacemos la fila para entrar?, preguntó un diablito al otro.
no, vamos a demorar, mejor vamos y saltemos la pared. y dicho y hecho, cuando estaban trepando la pared, san pedro los mira y dice: pero puede ser posible ¡no hace ni media hora que fidel
llegó al infierno y ya comienzan a llegar los refugiados !!

Un día un calvo se murió de un machetazo que le dieron en medio de la cabeza, pues resulta ser que va a dar al cielo, pero para entrar al cielo tenían que hacerlo por una puerta muy pequeña donde tenían que entrar agachados y San Pedro al otro lado de la puerta les ponía la mano y les veía el record de pecados para ver si se merecían el cielo o no, al ser el turno del calvo, al entrar mete primero la cabeza y en eso grita san pedro: hey!! un momentito, de culo nadie me entra!

San Pedro oye que llaman a la puerta del cielo, se asoma y ve que hay un hombre esperando afuera, pero al momento de hablarle, el hombre desaparece. Al rato vuelven a tocar la puerta. Ve al mismo hombre y cuando va a hablarle, desaparece.
Óigame le dice San Pedro ¿me está tomando el pelo?.
No, responde desde lejos el hombre con voz angustiada, es que están tratando de resucitarme!