Había una vez una lora a la que le gustaba hacer canciones con el dibujo de los calzones de una señora que pasaba por el frente de su casa todas las mañanas. Un día la señora utiliza calzones de peces y la lora le canto: quisiera ser un pez...
Al otro día utilizo de corazones y la lora le canto: yo soy la reina de corazones... Un día ya cansada la señora cansada no llevo calzones para que la lora no pudiera cantar nada y así desquitarse, pero la lora ese día le canto: me gusta andar de pelo suelto.

Había una vez un cocodrilo y su hijo y el niño le pregunta a su papá.
¿Papi algún día tendré mucho dinero? y el papá le contesta: Si hijo cuando te conviertan en cartera

Era una vez una monja que salía todos los días por la tarde del convento y nadie sabia lo que ella iba a hacer. Un día, la madre superiora decide seguirla y ve que la monja esta en el rió echándose agua en sus partes intimas, y la madre superiora le dice: Sor Teresa qué haces? y esta le contesta: la dejo morir de hambre, pero no de sed.

Había una vez un señor que fue a una cantina y entro diciendo soy Juan Verga de Fierro quien quiere coger conmigo y nadie se paro y se fue. Así paso por todas las cantinas hasta que llego a una y dijo soy Juan Verga de Fierro quien quiere coger conmigo y se para una viejota y dice yo quiero coger contigo y se meten a un cuartito y se oye pujadero y como a la media hora sale la chava y dice el será Juan Verga de Fierro pero yo soy Dora la fundidora.