Había una vez un perro que se llamaba confite y se lo comieron las hormigas.

Era una vez un vaquero que llego a una cantina, se sienta y le dice al cantinero sírvame una copa, se la sirve y se para de repente y dice: me voy a hacer del baño en todos ustedes ¡¡¡¡menos en el chiquito¡¡¡
Y otra vez me voy a hacer del baño en todos ustedes ¡¡¡menos en el chiquito¡¡¡
y así volvió a decir: Hasta que se para uno y dice: ¿por qué en el chiquito no?
Porque ese lo quiero para limpiarme.

Había un enano, tan enano, que tenía caspa en los pies.

Había una persona gorda, pero tan gorda que cuando se acostaba parecía jalea.